ELLOS DEJARON SU HUELLA…
Hablar de antiguos pobladores, de huellas y de historia en Ushuaia, es hablar del pueblo yagán, que durante siglos y siglos convivió con respeto y armonía en estas tierras hasta que llegaron los colonos. Hoy, en medio de un discurso impuesto que solo los ve en el pasado, Víctor Vargas Filgueira, descendiente de yaganes, nos trae su libro Mi sangre Yagán con información en primera persona que da batalla contra la hegemonía histórica.
¿Cómo llegás a tomar conciencia de la herencia ancestral que llevás?
Es algo que se lleva consigo, primero con mucha curiosidad por saber qué paso con nuestros pueblos, y ya de grande me di cuenta que era solo el principio de un largo viaje por reivindicación y visibilización.
¿Qué pensás cuando se habla de los yaganes como un pueblo extinto?
Cuántas cosas nos han hecho creer y aún lo hacen, es parte de la desinformación que luego concluye en ignorancia.
¿Cómo surge escribir el libro Mi sangre Yagán y cuál es su propuesta?
Surge a partir de que me sumergí en la historia no oficial y de la necesidad de contar nuestra propia historia.
El pueblo yagán ha vivido históricamente en plena armonía con su entorno. ¿Qué mensaje le dejarías a la comunidad fueguina en relación al cuidado y convivencia con la tierra?
El mensaje es el que doy siempre en las escuelas y en el Museo del Fin del Mundo, donde trabajo, acerquémonos a la que nos ha hecho llegar hasta aquí, aprendan de los pueblos originarios cómo sentirla parte y así la cuidaremos más.
¿Dónde podemos conseguir tu libro?
En este momento se agotó la edición impresa, pero se puede leer en pdf bajándolo de la página de la Editora fueguina.
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