DESDE EL AIRE
El cuerpo, su movimiento, la destreza y la danza son la carta de presentación de Candela Segovia Suárez, una profe de 27 años, ushuaiense, que se anima y acompaña a animarse a la práctica del movimiento en las alturas.
¿Cómo nace tu pasión por la danza y las alturas?
Mi pasión por la danza y las alturas nace desde el amor a la música y a la gimnasia artística. Todo lo que tenga que ver con destreza corporal, en realidad.
¿Cómo fue tu preparación, dónde aprendiste?
Mi preparación comienza a mis 13 años…, cuando comencé a tomar clases de danzas. Tuve una maestra que me fascinó por su inspiración, y supe que quería dedicarme a eso como ella.
A los 18 años decidí irme a estudiar para ser maestra algún día. Viajé a Buenos Aires, me inscribí a la UNA (Universidad Nacional de Artes) en la formación de Licenciatura en Composición Coreográfica Mención Expresión Corporal. Al año me inscribí en la Carrera de Danzas y Acrobacias, en la escuela de Flavio Mendoza, ya que englobaba el circo y la danza, que era lo que me gustaba.
¿La acrobacia es una danza aérea?, ¿tiene una alta exigencia?
Sí, totalmente es una danza aérea. Porque todo lo que uno ve en danza lo aplica, después, en el elemento que, en este caso, son telas, trapecio o lyra. Y tiene alto grado de exigencia porque requiere de mucho entrenamiento y constancia, además de riesgos, cuestiones de seguridad y atención en la clase y de nuestro cuerpo.
¿Cómo es el entrenamiento para poder hacer acrobacia?
En el entrenamiento previo a la clase comenzamos con ejercicios de movilidad articular, de elongación, postura y, a la vez fuerza. En eso aplicamos la consciencia corporal, apoyos, pesos, alturas, coordinación, velocidades, etc.
¿Cuánto hace que das clases y qué tipo de alumnos tenés?
Hace aproximadamente 5 años que doy clases, y tuve todo tipo de alumnos en el proceso, desde los 3 años hasta alumnas de entre 50 y 60 años.
¿Creés que hay una edad para la práctica?
Sí, creo que hay una edad para la práctica más a consciencia, en realidad, que es a partir de los 6 años donde el chico ya tiene más consciencia corporal, mide riesgos, y sabe sus limitaciones. A partir de los 3 es buenísimo porque desarrollan de a poco la fuerza y el sostén del cuerpo, además de aprender a conocerlo y lo toman como juego. Para los adolescentes es muy interesante como se refleja el cuerpo en su nivel de confianza y en el desarrollo de su personalidad.
Y para los adultos más una zona de entrenamiento y entretenimiento, también.
¿Qué beneficios nos trae hacer acrobacias?
El beneficio de hacer acrobacias, tanto aéreas como de suelo, es lograr a nivel consciencia la dimensión de nuestro cuerpo, peso, elongación, fuerza, y cómo evoluciona sin que nos demos cuenta. Es un desafío constante, entonces la mente se libera y está en ese momento presente. Otro beneficio es el desarrollo de nuestro lado artístico a través de la música, la danza y la expresión corporal en conjunto con las acrobacias.
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